domingo, 5 de abril de 2015

El mal moral, el cáncer de Nuestra sociedad


En el sentido popular, escándalo se dice de toda acción que choca con la moral o la decencia. El escándalo no está en la acción en sí misma, sino en la resonancia que ella pueda tener. La palabra escándalo da la idea que tras una acción realizada, o una palabra expresada, surgirán comentario de terceras personas. Muchos tratamos de evitar escándalos porque tememos a que otra persona comente de nuestras acciones y nuestro orgullo se vea disminuido; pues con tal que nuestras equivocaciones e inmoralidades queden ignoradas, esto nos basta y nuestra conciencia que da tranquila que nadie nos vio cometer el escándalo.
La palabra griega σκάνδαλον G4625 skandalon en la Version Reina Valera Antigua la traduce como: tropiezo, ofensa, escandalo; y σκανδαλιζει G4624 skandalizein es el verbo correspondiente.
En la Septuaginta se utilizó el vocablo griego skandalon para traducir dos palabras hebreas. (a) En primer lugar, traduce a la palabra michsol, que definitivamente significa  “tropiezo”. (b) La segunda palabra que se traduce es mokesh, que significa “trampa” o “lazo”.
William Barclay, Palabras del Nuevo Testamento y sus usos, pag 194,195,196

Ahora cuando analizamos el pasaje del Evangelio de Mateo 18: 6,11 encontramos que el segundo significado (“trampa” o “lazo”) del vocablo nos da un mejor entendimiento. En el sentido Cristiano Evangélico, se toma con frecuencia el primer vocablo (tropiezo) y se hace de forma general; por esto no se profundiza en el mensaje propio del verso. Porque no es solo lo que daña la conciencia de otro; es todo lo que resulta de los vicios y de las imperfecciones de los hombres, toda acción mala que se realiza de individuo a individuo, con o sin repercusión. El escándalo en este caso, es el resultado del mal moral que hay en nuestro interior.

Es necesario que haya escándalos en el mundo, dijo Jesús, por que siendo nosotros imperfectos en la tierra, nos inclinamos a hacer el mal y un árbol malo da malos frutos. Es preciso entender, que el mal es una consecuencia de nuestra imperfección y no una obligación de practicarlo.

Porqué estando en la tierra nos castigamos a menudo nosotros mismos a consecuencia de nuestros vicios que son como lazos o trampas que nos hacen victimas de nosotros mismos. Cuando estemos cansados de tanto sufrimiento no quedara más remedio que buscar el bien. La reacción  de los vicios en algunos de nosotros sirve como castigo y en otros como prueba; es así como El eterno hace emerger el bien del mal.

Mas hay de aquél por quién venga el escándalo; es decir que lo malo sigue siendo malo, aquella persona que es utilizada sin saberlo, de instrumento para la justicia divina, en donde sus vicios fueron utilizados, por eso no realizo menos mal y deberá ser castigado. Un ejemplo práctico, seria que un hijo ingrato es un castigo o prueba para su padre que lo soporta, porque tal vez ese mismo padre haya sido un mal hijo con sus padres; pero el hijo tampoco tiene excusa  y deberá  ser castigado a su vez en sus propios hijos o de otra manera.

Es necesario apartar toda causa de escándalo de nuestro interior, es decir de mal; cortar de una vez por todas esa inmoralidad y principios de vicios; es decir, que más valdría para nosotros haber tenido cortado un miembro de nuestro cuerpo, que ese miembro nos haya servido de instrumento para una mala acción (Mateo 5: 29,30). Todo vicio e inmoralidad, que, en este momento, sirva de trampa o de lazo en nuestra vida, deber ser extirpado.

Fuentes:
Nuevo Testamento publicado por Louis-Isaac Lemaistre de Sacy en 1667
Interlineal Griego-Español
William Barclay, Palabras del Nuevo Testamento y sus usos, pag 194,195,196




Marcos Lopez Alvarado

lopezalvarado@gmail.com

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